Por Pastor Jorge Astorga
De alguna manera muy especial la incredulidad es una suerte de Némesis…. Todos sabemos que tenemos algo de ello y tristemente no nos asusta.
Citas Bíblicas: Marcos 9:18, 9:23, 9:24, 9:19, Mateo 17:20-21
Necesito ayuda…… una palabra que todos conocemos desde hace mucho y nos viene acompañando a través del largo caminar por nuestra existencia, ayuda ¿qué significa? Dar una mano al caído, curar una herida, liberar de una deuda imposible de cancelar. O más bien la fuerza para enfrentar lo desconocido Ayuda para descubrir las verdaderas necesidades de la vida….ayuda para ver que ya estoy al borde de mis limitaciones….para ver que ha comenzado a suceder algo terrible en mi corazón…. Estoy comenzando a dudar… ya no puedo creer…. Ayuda para mi incredulidad.
De alguna manera muy especial la incredulidad es una suerte de Némesis…. Todos sabemos que tenemos algo de ello y tristemente no nos asusta, pero cuando ella se disemina por todo nuestro ser, los efectos son devastadores…. Allí necesitamos la verdadera ayuda…… ayuda para creer.
Tal vez nuestro peor error sea no darnos cuenta que cuando no creemos; estamos en verdaderos problemas… y la ayuda es urgente. Pero tristemente la pedimos cuando los vientos tempestuosos de las circunstancias demandan creer y no podemos hacerlo. Allí construimos una pequeña barquichuela que es llevada de allá para acá en un océano tormentoso de las dificultades de la vida….tratamos de navegar pero más vamos al naufragio, que a siquiera avanzar.
Las escrituras mencionan la historia de un hombre que después de tratar con los discípulos del Señor acerca de la enfermedad de su hijo viene defraudado y triste diciendo
“….y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. ….”
Cargando la responsabilidad sobre otros………. pero el Señor descubre que no es solo de ellos el problema A veces pensamos que basta que otros crean, para sacarnos de encima la responsabilidad personal de creer, pero el Señor saca a luz el verdadero problema en todos
“…Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible….”
Aquí se descubre una nueva realidad…… Ah!! Así es que yo también estoy incluido en esto; piensa el hombre….y al dar una rápida mirada de su propio estado, se da cuenta de lo paupérrimo de su Fe…..y se descubre con un triste nombre…. y parece que no hay otra salida………… la verdad está allí enfrente de El ….. Llego la hora de pedir ayuda… ¿por su hijo? …. No, no solo por ello…sino por sí mismo…… son quitadas las disculpas…. las responsabilidades cargadas a otros….el daño está mucho más cercano, aquí mismo….conmigo…. Soy un incrédulo….Señor soy un incrédulo…… Ya tiene su plegaria…su clamor…. todo está claro ahora….
“…E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad…….”
La solución planteada por el hombre para la sanidad de su hijo es simple; llevarlo a quien crea… al parecer ya es suficiente, con que haya confiado en los discípulos. Ahora les corresponde hacer su parte, entonces ¿porque no le sanan? Mas el Señor no solo, va a solucionar el problema de incredulidad de los discípulos….sino va a descubrir que, todos tenemos realmente necesidad de ayuda. La respuesta del padre del muchacho nos descubre y nos dice que necesitamos ayuda urgente a nuestra incredulidad. Dicho esto el Señor manifiesta su molestia asegurando que ello, la incredulidad es apenas soportable….
“….. ¡OH generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá……” “…Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora…”
En realidad nosotros queremos tener siempre alguien que nos solucione los problemas que siempre haya alguien que nos salve de este tipo de naufragios ….Mas el Señor quiere traernos a una realidad de Poseedores de una Fe poderosa…que por supuesto…… tiene un precio.
“…porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno…”